Tu guía para acabar con los ruidos más molestos del hogar
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Descubre cómo reducir los sonidos molestos que emite tu aire acondicionado
Publicado: 2022
Se supone que los aires acondicionados no deben alterar nuestro día a día. Que se puede dormir tranquilamente con el aparato encendido y que no emiten ningún tipo de ruido. Que son una bendición para la humanidad y que todo es de color de rosa.
Sin embargo en la vida real, muchos de nuestros aparatos emiten zumbidos repetitivos, no conocen de silenciador y son una auténtica tortura para nuestros oídos.
Es por ello que desde comoaislar.com hemos decidido redactar esta completa guía, donde aprenderás todo lo que necesitas saber sobre el aislamiento acústico de aires acondicionados.
Esperamos resolver todas tus dudas
No existe una legislación unificada sobre nivel de decibelios que debe emitir por ley una unidad de aire acondicionado. De hecho el margen es bastante amplio y normalmente suelen ser los ayuntamientos los que regulan este tipo de cuestiones.
Sin embargo y para que te puedas hacer una idea, debes situar la escala entre los 50 y 65 los decibelios dB(A) de día y los
40 y 55 dB(A) de noche en una medición tomada a 1,5 metros de la unidad exterior del aire acondicionado. Y alrededor de los 20 decibelios dB(A) en la unidad interior.
Llevado a la tierra, una unidad exterior debería hacer el mismo ruido que una persona al ducharse y un aparato situado en el interior del hogar no debería superar el ruido de una conversación en voz baja en una biblioteca.
Aunque existen mil condicionantes que pueden dar argumentos a favor o en contra a la hora de substituir tu aire acondicionado por uno de última generación que incorpore modos silenciosos, a grandes rasgos pensamos que es una buena idea hacer el cambio.
Por un lado se trata de aparatos que tecnológicamente han evolucionado mucho en los últimos años, sobre todo en el ámbito de la eficiencia energética, lo que repercute muy positivamente en su nivel de emisión de ruidos.
Por el otro lado, hay que tener en cuenta que se trata de dispositivos que parcialmente se encuentran a la intemperie por lo que su desgaste es mayor al de otras máquinas.
Es por ello, que debemos considerar su ciclo de vida “óptimo” como un periodo de tiempo ligeramente más corto que el de otros electrodomésticos.
No hace falta ser un experto en materia de aire acondicionado para deducir que el motivo principal para la unidad exterior de un aparato empiece a ser ruidosa va directamente relacionado con su antigüedad..
Y no solo porque los modelos modernos se preocupen mucho más por el nivel de ruidos que los antiguos – que también – sino por una cuestión de deterioro natural del aparato.
Y es que la humedad, el frío, el calor extremo y la contaminación repercuten directamente en la mecánica de este tipo de máquinas.
A más tiempo de uso mayor es el desgaste.
¿Eso significa que no podemos hacer nada para evitar que nuestra unidad se vuelva ruidosa? Al contrario. Por más que los fabricantes indiquen que no es necesario hacer ningún tipo de mantenimiento en este tipo de aparatos siempre se puede hacer alguna cosa para mejorar.
A cuanto menos polvo y a cuanto menos expuesto se encuentre nuestro aire acondicionado mayor será su vida útil y menos ruidos emitirá la unidad.
Acabar con los ruidos es por lo tanto una cuestión de mantenimiento.
Si los ruidos que emite tu aparato de aire acondicionado provienen de algún tipo de vibración debes fijarte en dos factores: su correcta sujeción y el estado de conservación de las piezas.
Dos elementos que tenemos de revisar tanto en las unidades exteriores como en los aparatos que se encuentren en el interior de nuestros hogares.
Una pieza mal fijada, un tornillo suelto o un latiguillo roto, no solo multiplican el nivel de ruidos de cualquier aparato de aire acondicionado, sino que además pueden comprometer su funcionamiento a corto plazo.
Vamos a diferenciar dos tipos de problemas de ruidos relacionados con un cajón de aire acondicionado: los provocados por un aire del que tenemos acceso o podemos manipular y los provocados por aparatos de vecinos a los que no podemos acceder.
Si el causante del ruido es tu cajón de aire acondicionado lo tienes relativamente fácil mitigar su nivel de emisión de ruidos.
Primero porque como te comentábamos en el punto anterior puedes acceder al mecanismo y comprobar que todo está en su sitio y no se produce ningún tipo de vibración no deseada.
Y segundo porque vas a poder intervenir directamente en el punto donde se origina el problema.
Así que, ¿cómo podemos solucionar un problema de ruidos en un cajón de aire acondicionado que podemos manipular? Fácil: instalando una jaula acústica o una celosía protectora.
Evidentemente su nivel de sofisticación dependerá del tipo de aparato, las condiciones a las que esté expuesto e incluso su uso, pero te podemos asegurar que vas a encontrar soluciones para todos los bolsillos. Desde las opciones más caseras construidas con un poco de tela protectora y grandes dosis de ingenio, hasta las más profesionales disponibles en tiendas especializadas.
Todo depende del problema al que nos enfrentemos.
Por cierto, aunque el fabricante no mencione este tipo de «inventos» como uno de los consejos de mantenimiento, te recomendamos que les eches un vistazo haga ruido o no haga ruido tu aparato. En el peor de los casos vas a evitar la acumulación de suciedad en la unidad, lo que te podemos asegurar alargará la vida de cualquier aparato de aire acondicionado.
Si el problema proviene de un aire al cual no tenemos acceso físico la solución es más complicada y nunca será tan óptima como si puedes manipular el aparato para instalar una jaula acústica o una celosía.
Aun así existe una vía que nos puede dar buenos resultados: la construcción de una pantalla acústica casera o un deflector.
Un «invento» que nos interesa colocar en el flujo de aire caliente que emite el cajón de aire acondicionado – la principal fuente de emisión de ruido – aunque sobra decirlo estamos en el territorio del «todo vale».
El objetivo es desviar el sonido buscando una superficie donde puedan rebotar las ondas sonoras y así reducir parte del ruido.
Como te decíamos no es una solución óptima, pero te podemos asegurar que es la que mejores resultados te va a dar.
Si el problema de ruidos proviene de la unidad interior de tu aire acondicionado lo más probable es que se trate de una cuestión de mantenimiento.
No limpiar los filtros de forma regular o dejar que se acumule el polvo encima de la unidad puede provocar desajustes en el ventilador interior que deberían desaparecer tras una limpieza exhaustiva.
Ten en cuenta que si estos sonidos vienen acompañados de una acomulación de hielo o algún tipo de filtración de agua puede que no la cosa sea más seria – es probable que sea algún tipo de problema relacionado con el gas refrigerante – por lo que te recomendamos que avises a un técnico especializado.
Por cierto, en unidades de gama baja es probable que la carcasa emita ruidos de dilatación. No debes preocuparte, estos sonidos están directamente relacionados con la calidad del plástico sobre el que se monta la unidad y podríamos decir que son normales. En cuanto el termostato se estabilice deberían desaparecer.
Para que un aparato de aire acondicionado no provoque más ruidos de los necesarios nos debemos asegurar que recibe un buen mantenimiento.
Es decir que no acumule demasiado polvo y que todas sus piezas se encuentren en buen estado.
Debemos asegurarnos que no existen vibraciones por una mala instalación y en el caso de las unidades exteriores siempre es recomendable que pensemos en algún tipo de medida protectora para mitigar los efectos del clima y la contaminación a medio o largo plazo.
En este sentido es muy importante recordar que se trata de un tipo de aparatos que por su exposición directa a los elementos suelen tener un ciclo de vida más corto que otras máquinas. Por lo que si se empieza a disparar el ruido y a pesar de los pequeños trucos que te indicamos en esta guía es probable que esté llegando al fin de su vida útil.
Esperamos haber podido ayudarte.
Existe una relación directa entre la temperatura del aire acondicionado y sus niveles de emisión de ruidos.
Esto es debido al nivel de exigencia al que se ve expuesto el compresor, que multiplica exponencialmente el volumen del aparato.
Es aconsejable por tanto mantener el termostato a una temperatura razonable, alrededor de los 23 grados como temperatura de confort.