Tu guía para acabar con los ruidos más molestos del hogar
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Cómo aislar el ruido del vecino de al lado
Los mejores consejos para asilar acústicamente las paredes de nuestra vivienda respecto a la de nuestros vecinos de al lado
Los problemas provocados por el ruido son unos de los más habituales en bloques de pisos y casas pareadas. Niños que juegan, discusiones de las que no deberíamos conocer el contenido, música a todo volumen, ruidos provocados por el televisor o incluso por la ducha del vecino que funciona a altas horas de la madrugada,… Problemas y más problemas que afectan a nuestro día a día y que pueden llegar a suponer un verdadero quebradero de cabeza en nuestra rutina e incluso en nuestro trabajo.
Es por ello que, desde comoaislar.com, hemos preparado esta pequeña guia de consejos y trucos sobre «Cómo aislar el ruido del vecino de al lado» para ayudarte a lidiar con los problemas de ruido más habituales entre vecinos.
Un tutorial sobre insonorización que esperamos pueda ayudarte a mejorar tu hogar y a ganar en calidad de vida.
Antes de empezar
Un problema estructuralLos problemas de ruidos entre vecinos siempre son una cuestión estructural.
Un edificio moderno proyectado por un ingeniero que tenga en cuenta los últimos avances en materia de aislamiento acústico no debería tener ningún problema de filtración de sonidos ni exteriores ni interiores.
Nuestra misión en viviendas más antiguas o que directamente no han tenido en cuenta ningún elemento que mejore la eficiencia acústica, deberá ser la de compensar dicho déficit con materiales preparados para cumplir una función de reducción del ruido.
Es por ello que la mayoría de soluciones planteadas en esta guía requerirán de más o menos reformas en nuestro hogar.
Todo dependerá del punto de partida en el que nos encontremos.
Vamos a empezar esta guía con lo que podríamos considerar como la unidad básica que va a condicionar todo el aislamiento de la vivienda: la habitación que comparte pared con nuestros vecinos de al lado.
Una habitación que puede ser un dormitorio, un estudio, un baño o nuestra sala de estar y que para nuestro hogar será la principal fuente de entrada de ruidos molestos.
En este sentido tener el sonido localizado será ventaja respecto al planteamiento estándar que seguiríamos al insonorizar una habitación, puesto que tendremos claro el origen del problema y podremos trabajar de forma completamente localizada en una de nuestras paredes.
El nivel de aislamiento acústico que necesitarán nuestras paredes dependerá completamente del problema de ruidos al que nos enfrentemos.
Algo que también condicionará el presupuesto final de la reforma.
Por mucho que nos duela decirlo de esta forma: el silencio se paga.
Dicho esto podremos optar por opciones económicas como las pinturas aislantes o los paneles acústicos para insonorizar que nos pueden ayudar a reducir ruidos leves; o soluciones con un presupuesto más elevado para una reducción de ruidos más eficiente como la instalación de una doble pared con un forrado de lana de roca.
De nuevo, todo dependerá de cada caso en particular.
Analizaremos a continuación los tipos de ruidos más habituales entre vecinos para asi poder aportar la solución que a priori mejor se adapta a cada una de las problemáticas.
¿Quién no ha tenido un vecino medio sordo que se queda hasta altas horas de la madrugada viendo la televisión?
¿O quién no ha tenido un vecino que se ha creído demasiado aquello del cine en casa o «homecinema»?
Si tienes un problema de ruidos provocados por el televisor de tu vecino puede que con un remedio «económico» la cosa sea suficiente.
Por ejemplo si optas por una o varias capas de pintura antiruido o pinturas termo-acústicas especialmente diseñadas con resinas y materiales fonoabsorventes puedes reducir el nivel de sonido alrededor de un 15% o un 25% por ciento (seguramente sería una cifra más elevada si pudiésemos pintar por las dos caras).
Algo más si optas por una solución como el panel acústico – el mejor es el que se utiliza para los estudios de grabación – que si bien no es tan estética, sí que puede mejorar la eficiencia aislante en sus modalidades de alta gamma.
Por cierto, si has oído la historia que una estantería repleta de libros puede ayudarte a reducir este tipo de ruidos vas equivocado. Forma parte de uno de los muchos mitos que existen alrededor del aislamiento acústico.
Si los ruidos que llegan a tu vivienda proceden de las tuberías de tu vecino y hace poco que los has empezado a oír lo más probable es que los sonidos indiquen una futura avería.
De hecho este tipo de ruidos suelen proceder de un problema de aire o presión por lo que te recomendamos avisar a tu comunidad antes de que el problema empeore.
Dicho esto si el problema de ruidos existe desde siempre, podríamos decir que tienes dos opciones:
1) La primera (y la mejor) es que contrates a un profesional y le pidas que instale unas bandas acústicas sobre las tuberías. Es un problema habitual y este tipo de instalaciones son bastante normales. El gran handicap es que vas a tener que pedir el permiso a tu vecino para poder hacer la reforma, puesto que se trata de un elemento perteneciente a su vivienda.
2) El otro camino es la insonorización de la pared. Una opción con un coste mucho más elevado, pues vas a tener que construir un doble tabique con un material aislante entremedio y aún así es probable que de alguna forma, parte de ruido de las tuberías, se continúe oyendo en tu hogar.
En ambos casos, te recomendamos que no optes por una solución casera y que te dejes aconsejar por una persona que domine sobre el tema.
Más allá de los problemas que provocan las tuberías es probable que se filtren otros ruidos procedentes del baño de la vivienda que tenemos justo al lado.
Es algo muy habitual en edificios antiguos construidos con una estructura «espejo» donde los baños entre vecinos suelen compartir pared.
En estos casos, nuestra única solución, pasa por reforzar el «ancho» de nuestro tabique añadiendo algún tipo de material aislante que mejore lo que claramente es una pared mal diseñada acústicamente.
Para ello, como siempre, os proponemos dos alternativas.
La primera y las más eficiente es la profesional. La doble pared con un forrado de lana de roca. Es una solución donde probablemente vayas a perder algunos centímetros en tu baño, pero que te permitirá acabar con el problema de raíz. Una alternativa más que recomendable si ya estás inmerso en un proceso de reformas y estás buscando una solución definitiva.
La segunda, casera y práctica, es la instalación de unas baldosas acústicas autoadhesivas. Existe una gran variedad de modelos en el mercado – algunos verdaderamente bonitos – que si bien no acabarán completamente con el problema, sí que estamos convencidos de que pueden ofrecer una reducción interesante en el nivel de ruidos.
En esta web ya os hemos hablado extensamente sobre «Cómo aislar el ruido de una lavadora»
El problema llega cuando esta lavadora no es nuestra y no podemos hacer nada para mitigar directamente los ruidos que provoca su funcionamiento – muchos gobiernos locales ya están empezando a legislar en este sentido –
¿Cuál es la mejor solución entonces?
Lamentamos decirte que no es cosa fácil. Sobre todo por qué estamos delante de un ruido provocado por efecto de la vibración y, por lo tanto, se trata de un problema como mínimo peliagudo. Un problema que podemos abordar mediante la instalación de una doble pared con lana de roca y algún tipo de tarima flotante en el suelo, pero sobre el que es extremadamente difícil ofrecer garantías de éxito. Sobre todo si estamos buscando una solución de bajo coste.
Nuestro
1) Mejora el grosor de las paredes que limitan con tus vecinos instalando una doble pared con un forrado de material fonoabsorvente.
2) Instala puertas acústicas para evitar que los ruidos que se filtran en una habitación puedan afectar al resto de la vivienda.
3) Antes de invertir una gran suma, busca siempre el consejo de un profesional en aislamiento acústico.
Los problemas de ruidos entre vecinos se podrían catalogar como uno de los grandes clásicos de los problemas de convivencia en un edificio.
Un problema que parte de un mal diseño por parte de un arquitecto que no tuvo en cuenta el aislamiento acústico de las viviendas (aquello de: antes no se miraban estas cosas) o de una construcción directamente defectuosa estrictamente relacionada con la poca calidad de los materiales de construcción (o dicho de otra forma… lo barato sale caro).
Es por ello que todas las soluciones para aislar el ruido que provocan nuestros vecinos de al lado, pasarán por algún tipo de reforma pensada para mejorar las prestaciones de nuestra vivienda.
Esperemos que nuestros consejos te puedan resultar de ayuda.